Actividad física

Con espondilitis anquilosante, realizar ejercicio es tan importante como seguir un tratamiento farmacológico adecuado. El gran reto se presenta cuando sientes dolor y aparecen los brotes. Pues bien, a pesar de que la espondilitis anquilosante te lo pondrá difícil, debes saber que, el ejercicio físico adecuado a tu condición y tu nivel, puede ser el gran aliado para ganar en bienestar y mejorar la progresión de tu patología.

 

¿Por dónde empezamos?

Esa es la primera pregunta: ¿por dónde empiezo?, ¿qué ejercicio puedo hacer con espondilitis anquilosante? Si, además, no eres una persona activa, es posible que te preguntes cómo empezar con un deporte, si nunca te ha gustado o se te ha dado bien. Pues bien, no te preocupes, que todo es posible, hay truquillos para que poco a poco vayas incorporando una actividad física regular a tu vida. ¡Sigue leyendo!

Por otra parte, antes de empezar, sería muy interesante que un fisioterapeuta evaluara tu estado físico. Te dará algunas pautas y te indicará las precauciones que debes tomar antes de desarrollar los ejercicios para estar más seguro antes de empezar.

A veces, nos ocurre a la mayoría que cuando empezamos a hacer ejercicio, intentamos lo más fácil: apuntarse al gimnasio e intentar hacer ejercicio en máquinas o alguna sesión en la sala de fitness. Al salir, lo que ocurre es que tu cuerpo no está acostumbrado y no tienes ninguna pauta para hacer el ejercicio;
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Este es uno de los principales temores si no has hecho ejercicio antes o si no has hecho ejercicio después de que te diagnosticaran espondilitis anquilosante (EA). Debes saber, en primer lugar, que no toda actividad física puede ser beneficiosa para todas las personas. Cada uno tenemos unas circunstancias diferentes y es preciso que la
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Las actividades de bajo impacto son las más adecuadas para las personas con espondilitis anquilosante (EA). También aquellas que se realizan en el agua porque reducen la resistencia a la gravedad y, por tanto, reducen el impacto y el esfuerzo. Así pues, si tienes espondilitis anquilosante, los ejercicios más recomendados son actividades como aquagym, pilates,
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Para empezar con la actividad física, es importante que definas tus objetivos y hagas un seguimiento de la consecución de los mismos. Así que, en primer lugar, elige la actividad, junto con tu médico y, si puedes, junto con un profesional fisioterapeuta o experto en rehabilitación que supervise tu trabajo.

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