Cumple el reto paso a paso
Programa tu viaje lo máximo posible. Es importante que intentes planificar el viaje para que no se te escape ni un detalle.
Reserva los hoteles y también todo el transporte que vayas a necesitar en el lugar de destino. Será recomendable que, si vas a recorrer varios lugares, alquiles un coche. Irás mucho más cómodo y no dependerás de colas de espera para coger buses o trenes.
Planifica actividades que puedas disfrutar sin preocupaciones, pero deja también que tus acompañantes planifiquen contigo y propongan actividades que les apetezcan (siempre que puedas realizarlas). Así, si tienes que perderte algún plan, ellos podrán seguir disfrutando de las actividades que habéis elegido.
Elige el mejor momento. Los viajes en temporada alta pueden ser algo tediosos. Las aglomeraciones, pasar muchas horas de pie esperando alguna cola, o no encontrar lugares adecuados para el descanso pueden hacer que los síntomas aparezcan y te limiten en alguna que otra actividad.
Es preferible que esperes a temporadas en las que no haya tanto turismo, seguro que lo disfrutarás mucho más.
Reserva momentos para descansar. Tanto al llegar a tu destino, como al volver de él, deberás reservarte un tiempo para descansar del viaje, aunque todo dependerá de la cercanía del destino.
Si vas a viajar en avión, procura que no sean vuelos de muchas horas, ya que pasar muchas horas sentado puede causar rigidez. Si el itinerario conlleva escalas, intenta pasar noche en el lugar donde hagas la escala, para poder descansar adecuadamente.
En cambio, si viajas en coche, realiza paradas cada dos horas, como mínimo, para descansar y caminar unos minutos, así las zonas que puedan inflamarse por la espondiloartritis se relajarán.
Lleva un informe actualizado con los detalles de tu situación. Llevar esta documentación contigo hará que puedas estar mucho más tranquilo porque, en caso de que necesites visitar a un médico en tu lugar de vacaciones, llevarás toda la documentación sobre la patología y el tratamiento que estás tomando.
Habla con tu médico antes de viajar. Consulta con él las dudas como las vacunas necesarias para viajar, o si existe alguna limitación que no habías tenido en cuenta en el destino que hayas elegido.
No lleves demasiado equipaje. Piensa en tu comodidad y lleva solo lo esencial. No olvides, por supuesto, llevar contigo la medicación que estés tomando en ese momento para cubrir toda tu escapada.
Sigue haciendo ejercicio, ¡durante tu viaje también! Como sabrás, la actividad física reduce la inflamación de la espalda y las articulaciones, así que al ser algo tan beneficioso, reserva ratos para invertirlos en hacer un poco de ejercicio. Seguro que lo agradecerás.
Los síntomas de la espondiloartritis axial pueden hacer que las relaciones sexuales sean un poco más complicadas, pero tomando ciertas precauciones y recomendaciones puedes llegar a tener relaciones íntimas totalmente satisfactorias.
La actividad física en las personas con espondiloartritis ayuda a aliviar los dolores, además de mejorar tu descanso y reducir la sensación de fatiga y de rigidez.