Uno de los detalles más característicos de las espondiloartritis es que los dolores que producen los síntomas no mejoran cuando se está en reposo, al contrario, el ejercicio físico es lo que aliviará esa sensación de dolor.
Y no solo reduce el dolor, sino que también te ayudará a descansar mejor, tener menor sensación de rigidez y sentirte menos fatigado/a en tu día a día.
Pero deberás tener en cuenta que no todos los tipos de ejercicios pueden ser beneficiosos, tienes que adecuar el nivel de actividad física a tu condición y a las zonas de dolor, de lo contrario puedes conseguir que esto te perjudique en lugar de que te ayude.
Un tratamiento adecuado y realizar actividad física serán tus grandes aliados para que la espondiloartritis axial no sea un límite en tu vida.
¿Qué tipo de ejercicios son los más adecuados?
Lo ideal es que el programa incluya ejercicios lo más variados posibles para trabajar diferentes zonas del cuerpo. Podemos distinguir 4 áreas en las que trabajar:
Ejercicios
aeróbicos
Se recomienda realizar ejercicios aeróbicos moderados mínimo durante 30 minutos, 5 días a la semana. Los ejercicios aeróbicos más enérgicos podrás reducirlos a 20 minutos, 3 días a la semana.
Estos periodos de 30 o 20 minutos no hace falta que los realices de forma continuada, puedes hacer ejercicio en tramos de 5 minutos hasta llegar a los 20 o 30 minutos al día.
Lo que no se recomienda es practicar deportes físicos de contacto, ya que el impacto en las zonas afectadas por la espondiloartritis puede ser muy perjudicial.
Algunos ejemplos de ejercicios aeróbicos moderados sería salir a caminar, y ejercicios más intensos sería nadar.
Ejercicios de
resistencia
Haz ejercicios de fuerza para fortalecer ciertos músculos (por ejemplo, la zona cervical o lumbar). Lo recomendable es que los hagas 2 o 3 días a la semana.
Reparte los ejercicios entre 2 y 4 series, con 8 o 12 repeticiones de cada serie, para trabajar la fuerza y la potencia de los músculos.
Ejercicios para
trabajar la flexibilidad
Al igual que los ejercicios de resistencia, los estiramientos se deben realizar entre 2 y 3 días a la semana. Mantén cada estiramiento entre 10 y 30 segundos y repite mínimo 2 veces cada uno.
Este tipo de ejercicios son menos aconsejables para las personas que se encuentran en fases muy avanzadas de la patología.
Ejercicios de entrenamiento neuromotor
Los ejercicios de fortalecimiento puedes realizarlos 2 o 3 días a la semana, como mínimo invirtiendo 20 minutos cada día.
Recuerda que tu médico es que el mejor puede aconsejarte sobre este tema en función de tu situación, ya que cada paciente es único. También será mucho más efectivo que la actividad que realices sea supervisada por algún profesional en la medida de lo posible para hacer un correcto seguimiento.
Aprende diferentes técnicas respiratorias que te permitirán relajarte ante situaciones de estrés o ansiedad.