Etiqueta

Gestiona tu energía

Browsing

Los síntomas frecuentes de la espondiloartritis axial son los dolores lumbares y en las articulaciones, además de cansancio o fatiga, entre otros.

Esto puede hacer que las relaciones sexuales sean un poco más complicadas o generen miedo o incertidumbre en las personas que viven con EspA-ax, pero tomando ciertas precauciones y recomendaciones puedes llegar a tener relaciones íntimas totalmente satisfactorias.

 

El sexo es un tema que afecta a las personas con EspA-ax, y realmente son pocas las personas que hablan abiertamente de ello con sus parejas, para poder tener una vida sexual plena. ¿Por qué? No es nuevo que el sexo es un tema delicado, muchas personas no se sienten a gusto hablando de ello, o simplemente se hacen a la idea de que no podrán tener una vida sexual satisfactoria, y se dan por vencidas.

Este es uno de los puntos clave para que el sexo deje de ser un problema o deje de generarte miedos o inquietudes. Si tienes pareja, siéntete libre de hablar con ella, decirle cómo te sientes más cómodo o incómodo para evitar ciertas posturas que puedan aumentar los dolores generados por la espondiloartritis axial.

 

Tampoco te sientas cohibido cuando estés en la consulta con tu especialista. Son profesionales que están ahí para ayudarte con la patología, así que adelante si tienes cualquier duda o preocupación relacionadas con el tema de la sexualidad. Como siempre, tu médico es el que mejor te aconsejará.

 

Aparte de la comunicación con tu pareja, conocerte a ti mismo también ayudará a tu vida sexual. Los pensamientos negativos, la baja autoestima o los sentimientos de culpa no son buenos aliados a la hora de tener una vida sexual de calidad.

 

También hemos hablado en varias ocasiones de los beneficios que tiene la actividad física para los pacientes de EspA-ax, y en el sexo no es menos. Si en tu día a día eres una persona activa, que realiza el tiempo recomendado al día de ejercicio físico, notarás que los dolores no aparecen con tanta frecuencia o intensidad en las relaciones sexuales.

Además, el sexo no deja de ser otro tipo de actividad física, y por lo tanto también será útil para mantener tu cuerpo activo y reducir la rigidez. 

Tomarte un baño caliente antes de practicar sexo, o mantener la habitación a una temperatura adecuada también es favorable para que las relaciones sean más satisfactorias, ya que en algunos casos (siempre dependiendo de la persona) el calor favorece la reducción de los dolores.

 

En el caso de los hombres, es frecuente que una de las preocupaciones sea la disfunción eréctil que pueden provocar algunos fármacos. Aunque no es lo frecuente, puede haber excepciones. En el caso de las mujeres, el problema viene de la falta de excitación o la sequedad vaginal. Para ambos problemas existen medicamentos (en el caso de la disfunción eréctil) y lubricantes (en el caso de la sequedad vaginal) que pueden ser muy efectivos.

Otra ayuda es utilizar cojines o almohadas para encontrar la postura en la que más cómodo te encuentres.

 

Es importante que adaptes tus necesidades a cada momento y a la actividad de la enfermedad. El sexo es parte de nuestro día a día, y tiene efectos realmente positivos en nuestro estado de ánimo que se reflejan también en nuestro estado físico. No dejes que las limitaciones de la espondiloartritis axial te hagan renunciar a tu sexualidad.

¿Qué vas a conseguir? Mejorar tu descanso modificando algunos de tus hábitos para dormir, controlar el dolor relacionado con la espondilitis anquilosante y aprender a prepararte para el sueño o a conciliarlo cuando llega el insomnio. ¿Cómo lo vas a conseguir? Identificando los elementos que afectan a tu descanso y aplicando cambios en tu rutina
¿Qué vas a conseguir? Administrar tu energía en el día a día, para conseguir disminuir la fatiga y motivarte a seguir adelante. ¿Cómo lo vas a conseguir? Aprenderás a crear una agenda que seas capaz de cumplir y a priorizar las tareas importantes, frente a las que nos lo son. Además, aprenderás a delegar o
¿Qué debes considerar actividades tabús cuando tienes espondilitis anquilosante (EA)? Pues aquellas que sabes que, si las realizas, aumentarán tu dolor o tu cansancio. No es recomendable que hagas actividades como cargar peso, movimientos repetitivos o estar mucho tiempo de pie estático, sobre todo en los momentos en los que te encuentras con dolor y
¿Has tenido alguna vez la sensación de tener demasiadas cosas por delante y no tener fuerzas para hacerlas? A veces ocurre que no llegas a hacer todas las actividades de tu día a día y no sabes cómo gestionarlo. Piensa que, si tienes espondilitis anquilosante (EA), hay días que te encuentras peor y otros mejor,
Para aprender a gestionar tu energía, primero debes estudiar y conocer cómo es tu fatiga y, a partir de ahí, organizarte y tomar medidas para administrar tu energía adecuadamente. Estudia tu ciclo de fatiga. Obsérvate para identificar los momentos en los que te sientes más cansado. Normalmente, si tienes espondilitis anquilosante, la fatiga es alta
Estos consejos te ayudarán a manejar tu fatiga relacionada con la espondilitis anquilosante (EA), y conservar tu energía para dedicarla a las cosas realmente importantes. ¡Ponlos en marcha! 1. Ahorra energía, marca tu propio ritmo y adapta tu manera de hacer las cosas. Procura seleccionar las tareas que son prioritarias y no dedicar esfuerzos a